El calor de Monte Alto

Siempre he pensado que Monte Alto es un barrio con una personalidad propia, una personalidad muy definida. Por eso los mítines allí son diferentes, son mítines interactivos. Notas como los vecinos y vecinas te escuchan, asienten con la cabeza, le dicen algo al de al lado o incluso comentan en alto aquello que en ese momento les sugieren las palabras de quién habla.

A todos los que hemos participado en el mitin de Curros Enríquez nos ha pasado, y todos coincidimos en que es un mitin diferente a los demás.

Y es curioso, todos los que interveníamos ayer en Monte Alto tenemos un importante vínculo con el barrio: Salvador, Javier, el Ministro Molina y yo misma. Desde quién ha nacido y crecido allí, hasta el que vive en la actualidad... Todos lo conocemos bien. Por ello, si tuviera que definir el acto de ayer solo se me ocurre una palabra: calor; el calor de los vecinos, del barrio, del acto... el calor de Monte Alto.

Y hoy toca Europa. La Delegación Española del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo organizaba hoy en A Coruña unas jornadas sobre Galicia en la Unión Europea. He querido estar allí porque creo que es fundamental reflexionar sobre lo importante que ha sido Europa para España, pero especialmente para Galicia y por supuesto, para A Coruña. Hablar de Europa en A Coruña es hablar de Paseo Marítimo, de San Diego, del Centro Cívico de Los Mallos, de Nostián o del Puerto Exterior... pero también de inclusión social, de programas europeos que como el Equal nos han permitido contribuir e la formación y empleabilidad de mujeres en riesgo de exclusión social. Así que hoy he estado junto con otros compañeros y compañeras escuchando a los europarlamentarios Antolín Sánchez Presedo y Rosa Miguélez; con ellos tuve la oportunidad de compartir algunas reflexiones acerca de Europa, la convergencia y la importancia de la investigación, el desarrollo y la innovación.

Al pensar en todo lo que tiene que ver con la construcción europea, una no puede evitar pensar en el antes y en el después. No hace muchos años, Europa era un gran desafío, y no podíamos evitar mirarla con timidez y con un cierto miedo... Hoy hablamos de Europa con la convicción de que podemos tutearnos con los grandes países europeos; ya no tenemos complejos a la hora de competir en desarrollo económico, en políticas sociales, etc... Y esto es gracias, en gran medida, a las políticas impulsadas por el gobierno de Rodríguez Zapatero.